De Moscú a Ekaterimburgo: un viaje por el corazón de Rusia

Un viaje de 1.816 kilómetros por las vastas tierras de Rusia suena monumental, pero cuando se combina con 250 kilómetros de recorrido en bicicleta, la experiencia se transforma en algo mucho más que un simple trayecto. Es un desafío que va más allá del turismo, invitando a descubrir una Rusia diferente, una mezcla de paisajes infinitos, ciudades históricas y momentos de profunda introspección. Este viaje, de Moscú a Ekaterimburgo, es una travesía de 10 días que, a través de paradas en Nizhni Nóvgorod y Kazán, teje una narrativa tan monumental como los pr

Todo comienza en Moscú.

La metrópoli que nunca duerme. Aquí, la monumental Plaza Roja y la emblemática Catedral de San Basilio dan el pistoletazo de salida a un viaje que, aunque mayormente por carretera, reserva tramos especiales para ser vividos sobre dos ruedas. La grandeza imperial de Moscú contrasta pronto con la tranquilidad de las afueras, donde los altos edificios se desvanecen y las verdes llanuras rusas toman el protagonismo. Los primeros kilómetros sirven para desconectar del ajetreo urbano y conectar con el paisaj.

El viaje avanza hacia Nizhni Nóvgorod, la primera gran parada, ubicada a unos 420 kilómetros de Moscú. Aquí, los ciclistas recorren una fracción de la distancia total, explorando esta ciudad situada a orillas del Volga. Nizhni Nóvgorod es un lugar donde la historia resuena en cada rincón, desde su majestuoso Kremlin hasta las viejas iglesias ortodoxas que pueblan el casco antiguo. El recorrido en bicicleta por sus calles y orillas es una invitación a adentrarse en una Rusia que sigue conservando su esencia, lejos de la modernidad acelerada de Moscú.

Kazán es, sin duda, uno de los puntos más destacados del viaje de Moscú a Ekaterimburgo. Destino en si mismo. Situada en la confluencia de Europa y Asia, esta ciudad es el reflejo de la diversidad cultural de Rusia, y su visita añade una capa especial a la travesía. Al llegar tras recorrer unos 780 kilómetros desde Moscú (y tras haber pasado por Nizhni Nóvgorod), Kazán se presenta como un crisol de culturas, donde el islam y el cristianismo ortodoxo han convivido durante siglos. Es la capital de la República de Tartaristán y un enclave multicultural donde se entrelazan tradiciones rusas y tártaras.

Pedalear por las calles de Kazán es una experiencia que mezcla historia y modernidad. El Kremlin de Kazán, Patrimonio de la Humanidad, con su imponente mezquita Qol-Şärif, la más grande de Europa y la Catedral de la Anunciación, es el símbolo más visible de la convivencia pacífica entre ambas culturas. Es un lugar que invita a reflexionar sobre la riqueza cultural que ofrece Rusia más allá de sus grandes centros urbanos.

La gastronomía tártaro-rusa ofrece una experiencia culinaria única, con platos como el «chak-chak» o el «peremech», que reflejan la influencia de ambos pueblos.

Ekaterimburgo, el destino final de este viaje épico de 1.816 kilómetros, es una ciudad cargada de historia, cultura y simbolismo. Situada a los pies de los montes Urales, marca el límite geográfico entre Europa y Asia,

Ekaterimburgo es conocida por ser el lugar donde la familia Romanov fue ejecutada en 1918, un evento que marcó el fin de la dinastía imperial rusa y que ha dejado una huella profunda en la ciudad. La Iglesia sobre la Sangre, construida en el lugar de su asesinato, es uno de los monumentos más importantes y una parada obligatoria para cualquier visitante que quiera entender la historia moderna de Rusia.

Ekaterimburgo es una de las ciudades más dinámicas y modernas de Rusia, con una vida cultural vibrante. En sus calles se encuentran rascacielos contemporáneos, teatros, museos y galerías de arte que muestran su faceta cosmopolita. La ciudad ha sabido reinventarse, combinando su herencia soviética con una apertura al mundo moderno. La moderna Casa de la Ópera y el Ballet, o el Museo de Bellas Artes, son ejemplos de esta dualidad entre tradición y modernidad.

Fan Art
8 junio9 junio10 junio11 junio12 junio13 junio14 junio15 junio16 junio17 junio18 junioNotas

17:00 Fin ruta ciclista

Visita y función Teatro Bolsoi

08:30 Desayuno en hotel

17:00 Fin ruta ciclista

Moscú a Nizhni Nóvgorod 11 de junio

08:00 Desayuno en hotel

8:45 Viaje todo el grupo en la Van T2W

15:30 Fin ruta ciclista

8:45 Salida todo el grupo en la Van T2W a Cheboksary

Paso del rio Volga en Ferri

17:30 Todo el grupo en la Van T2W a Kazan

17 00 Cheking en Karat Hotel

8:45 Salida todo el grupo en la Van T2W a Isakovo

17:30 Todo el grupo en la Van T2W a Kazan

17 00 Chekc-in en hotel

Tren Trambiseriano

Ekaterimburgo 16 de junio

20:00 Cena de despedida

Ekaterimburgo 18 de junio

La finca de Orekhovno es el primer y único jardín europeo en Rusia que, a pesar del estatus de propiedad privada, está abierto al público. La finca de Orekhovno, situada en la aldea de Orejovno en la región de Pskov, pertenece al arquitecto paisajista Alexander Grivko, autor de jardines privados y públicos en Rusia y Europa

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