El viaje de Burgos a Riga fue más que una simple travesía física a través del continente; fue una odisea cultural, un puente construido entre dos ciudades gracias al esfuerzo de dos ciudadanos españoles, Fernando Esteban y José Manuel Vázquez. Armados con su Volkswagen Combi Van T2 y sus fieles bicicletas Brompton, se embarcaron en una misión que combinaba aventura y diplomacia, llevando un emotivo «saluda» de la alcaldesa de Burgos, Cristina Ayala, al alcalde de Riga, Vilnis Ķirsis, y un lote de libros de cultura española destinada a una biblioteca pública de la ciudad.
La idea de este viaje, bautizada como «Dos Bigotes», surgió en Burgos, ciudad con una rica historia como encrucijada de civilizaciones y parada clave del Camino de Santiago. Fernando y José, inspirados por el rico patrimonio de su ciudad y su aspiración a convertirse en Capital Europea de la Cultura en 2031, concibieron conectar personas y lugares a través del ritmo pausado de la conducción, el ciclismo y los encuentros con los locales.
Emīlija revisó meticulosamente los documentosr en un momento de la gestión burocrática, donde los viajeros presentaron su caso ante la Oficina de Seguridad y Protocolo del Ayuntamiento de Riga. La carta del alcalde Ayala, fue una presentación formal y los documentos fueron revisados meticulosamente, garantizando la autenticidad de su misión. Los viajeros explicaron los detalles del viaje, destacando su carácter comunitario y de intercambio cultural describiendo la iniciativa «Dos Bigotes». Destacaron la importancia histórica de Burgos y su compromiso con el intercambio cultural, proponiendo que este viaje turístico/cultural podría fomentar una relación duradera entre las dos ciudades.
Fernando y José llevaban consigo una colección de libros, obsequio de la Asociación de Profesionales Bibliotecarios de Burgos, destinada a ser donada a una biblioteca municipal de Riga. Ofreciendo una visión de la literatura española con títulos como «El Camino» de Miguel Delibes, obras de Cervantes y la poetisa Gloria Fuertes.
Los viajeros ya imaginan que estos libros encontraron un hogar en una biblioteca de Riga, donde quizás puedan enriquecer la comprensión de la cultura española por parte de la comunidad local.
La carta del alcalde Ayala fue fundamental en su labor. Dirigida a Vilnis Ķirsis, expresaba el orgullo de Burgos por su vocación europea y su historia como crisol de pueblos. Presentaba la iniciativa «Dos Bigotes» como un esfuerzo ciudadano para promover el entendimiento mutuo a través del deporte y el patrimonio, en sintonía con la rica riqueza cultural de Riga. Ayala expresó su deseo de colaboración, sugiriendo que esta visita podría ser el inicio de una alianza significativa. Para Fernando y José, la entrega de este documento fue un momento de orgullo, un vínculo tangible entre su ciudad natal y la capital báltica.
Esta experiencia puso de relieve el poder de la iniciativa personal para fomentar la buena voluntad internacional. El viaje «Dos Bigotes» fue más que una expedición ciclista; fue un testimonio del valor perdurable del intercambio cultural. Fernando y José llevaron consigo no solo los recuerdos de su aventura, sino también la promesa de una conexión que podría fortalecerse con el tiempo, uniendo dos ciudades de Europa a través de la colaboración cultural.